Nada en la vida es permanente, ni la sensación de momento feliz dura más que unas horas ni las penas las tenemos presentes en todo momento. Las nubes y los claros vienen y van, las tormenta aparecen, descargan, se disuelven y de repente todo se aclara. Nosotros nos lo podemos tomar no saliendo de casa por si acaso, cogiendo paraguas, corriendo a llegar a casa, refugiándonos, reírse de como nos estamos mojando, sufrir de como nos estamos mojando. La felicidad o tristeza no depende de lo que te ocurra sino de que haces con lo que te ocurre. (Tomada por un camino cerca de Palencia).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja aquí TU COMENTARIO. gracias.